5.-EL GUERRERO INDIO
Cuando más débil estoy imagino a un guerrero indio que me indica el camino, me sonríe y cabalga a lomos de un caballo blanco con manchas marrones. Su pelo es de un negro azabache y al lomo de su caballo lleva un manta a cuadros marrones.
Me guía y me dice que un guerrero lucha siempre en la batalla sin saber si conseguirá la victoria, pero tendrá el honor de haber participado en ella.
Justo es lo que hago, aunque a veces me sienta humillada.
Mayva
3.- Las lágrimas purifican el alma
Nunca os avergoncéis de llorar. Yo lo hago a menudo. Una vez lo has hecho la carga de tu equipaje es más ligera. Lloré cuando me diagnosticaron el malestar, a los 27 años. Volví a llorar la segunda vez y recaí en el tercer diagnóstico.
Pero aún así sigo caminando por esta bendita tierra. Sigo creyendo en mi buen Dios y acepto y me resigno ante mi destino. Y sigo creyendo en el amor.
Hay días grises que luego se transforman en azul y se transmutan al violeta, que es el perdón y la compasión.
Mayva